Aquí va una receta que en casa ha gustado pero que me parece muy mejorable. De hecho, a mí me parece que no ha salido y que está mal hecha. De vez en cuando pasa. Jeje. Por suerte no es habitual!
Así que os paso la receta tal cual y os comento cómo debería hacerse para que sí que estuviera buena buena.
Necesitamos.
Mejillones. Estos que veis son de debajo de casa.
Cebolla
Perejil
Ajo
Aceite
Laurel
Sidra
Lo que pretendía con la receta era hacer una salsa verde pero sin harinas y que quedara bien ligada. El objetivo se cumplió, pero ya os digo que el sabor sólo “no estaba mal”. Y el asunto era ligarlo todo gracias a una base de cebolla. Para eso la piqué finita…
… y la puse a pochar en aceite.
Y le añadí el ajo y el laurel.
Éste es el paso mejorable. Lo correcto sería pochar la cebolla primero con el ajo y el laurel y triturarlo después (habiendo quitado el laurel). Con ese cambio la receta sería bestial. Yo, aunque pretendía dejar la cebolla picada pochando bastante tiempo, no acabó de quedarse como quería… sencillamente el exceso de agua que suelta al picarse evita que se poche y sólo consigues cocerla.
Ya ves, todo cambia cuándo lo picas todo. Nada más. Pero la física es la que es. Y mi afán experimentador aun me hace cometer errores de principiante. Y este error ya lo he cometido antes seguro… en fin…
Bueno, el caso es que ya tienes un puré de cebolla y ajo pochados con sabor a laurel y, después de pochar!!!!!!, triturado. Pues vas y le añades medio vasito de sidra y lo dejas reducir 3 minutitos a fuego fuerte.
Añades los mejis y les vas dando vueltas hasta que se abran todos.
Apagas el fuego y espolvoreas un montón de perejil. Listo!!!